jueves, 9 de abril de 2009

Lunes 23/03/09 (Merzouga-Kem-Kem) 90 kms













Nos levantamos temprano, desayunamos abundantemente en compañía de Sahl y su hermano Mohamet, sacamos todas nuestras pertenencias al exterior e intentamos colocarlas dentro del Nissan que llevara también a Marian y a Rocío durante los próximos tres días de pistas. No sin dificultad conseguimos que todo quepa y al poco rato y con todo a punto empieza la aventura que tanto hemos esperado.





Los primeros kms transcurren por carretera asfaltada pero nuestra impaciencia es tan grande que dejamos el asfalto y circulamos por una pista de tierra que transcurre paralela al mismo. Llegado al punto señalado el coche que nos precede nos indica el momento de dejar definitivamente el asfalto. Tenemos por delante unos 60 kms. de pista, debo decir que a pesar de que la etapa nos parecía corta esta se hizo muy entretenida, la información que nos dio Sahl sobre los puntos de encuentro fue bastante imprecisa algo que se convirtió en la tónica general del viaje y motivo de muchas risas en ocasiones pero también de discusiones en otras.





Los kms entre caminos de tierra dura subiendo y bajando colinas, cruzando Ouets o cauces de rio secos que nos obligaron a trialear un poco fue un buen comienzo para ir acostumbrándonos a la conducción sobre un terreno que tanto nos gusta y que tan pocas ocasiones tenemos de disfrutarlo. Adrián es el primero en morder el polvo y su tropiezo se salda con el intermitente roto y el manillar torcido. Ahmed le sigue al poco rato sin más consecuencia que una herida en su amor propio. El punto de encuentro para la comida nos lo pasamos de largo pero regresamos sobre nuestras rodadas y damos con el. “Auxina” es una especie de fortaleza de barro situada en medio de la nada pero limpia y fresca en su interior, es el lugar elegido para nuestra primera comida.





La tarde es infernal, lo que había comenzado como una jornada tranquila y fácil se complica sobre todo al llegar a un poblado denominado Ramlia en pleno desierto de Kem-Kem. Aquí nuestros GPS enloquecen, cada metro que recorremos la aguja de la brújula gira sin ninguna lógica. Aquí coincidimos con las participantes del Rally Gazelas, este Rally solo para mujeres cuenta con una participación de unos 120 coches y dura 3 semanas, tienen prohibido utilizar instrumentos de navegación y solo disponen de mapas topográficos sin ningún nombre. Tienen que encontrar puntos de paso repartidos por todo Marruecos, la inscripción cuesta unos 30.000 € por coche y tiene una gran repercusión mediática.
Como decía, en este punto nuestro GPS enloqueció y a pesar de intentar dos pistas diferentes, ambas nos conducen a un mar de dunas en las que nuestras motos se
hunden irremediablemente haciendo casi imposible nuestro avance. Desanimados regresamos al poblado y mientras bebemos unas buenas cocacolas que nos ofrece un simpático marroquí, las participantes del Rally pasaban por delante de nosotros para regresar al poco tiempo desoladas también por no poder encontrar la forma de salir del lugar. La situación se convierte en cómica, un poblado en donde la tranquilidad y el silencio debe reinar siempre, se convirtió aquella tarde en un embudo infernal.
Después de nuestra refrigerio y viendo que no podemos perder tiempo si queremos salir de aquí con luz diurna decidimos seguir adelante no sin antes informarnos por el joven marroquí de la pista a seguir.
Si las dos pistas anteriores fueron complicadas esta tercera opción no lo fue menos, nada más empezar, nos vemos obligados a cruzar un cauce de río seco con fondo arenoso y un fuerte repecho de salida que al no poder afrontar con la suficiente inercia parece condenarnos a quedarnos en este lugar. No se de donde sacamos las fuerzas pero los tres conseguimos superarlo con éxito aunque quedamos extenuados, a partir de aquí el martirio va en aumento y veo a Adrían tan agotado que en esta situación, sin agua, sin saber exactamente si vamos por el camino correcto y sin saber nada del coche de apoyo me veo durmiendo en el desierto. Cuando la moral mas debilitada esta aparece un joven marroquí sin zapatos y en un destartalado mobilette que nos ofrece sacarnos de aquí por 200 Dirhams (19 €) y por una ruta más fácil. Como el regateo es obligado, incluso en una situación complicada nos pone fuera de las dunas por 100 Dirhams, debo admitir que no le hubiera dejado marchar por nada del mundo.
Finalmente llegamos al Albergue Kem-Kem donde nos informaron que el coche de apoyo había salido en nuestra búsqueda al ver que tardábamos.
Una vez reunidos todos y tras una buena ducha y cena a base del típico Tajin, nos retiramos a dormir en unos cuartuchos con camastros hechos con Palets y con mantas dobladas por colchones. He de confesar que ha sido una de las noches que más ha gusto he dormido.
Durante la noche fueron llegando algunos coches participantes del Rally que montaron sus tiendas y durmieron fuera del albergue junto a nuestras motos.

No hay comentarios: